Por Juanjo Ortiz (autor invitado)
Durante la Guerra Civil Española (1936-1939) el bando sublevado, al mando del general Francisco Franco, recibió una importante ayuda militar de los dictadores Adolf Hitler y Benito Mussolini, que fue definitiva para su victoria en el año 1939.
Como agradecimiento al apoyo recibido, y como acercamiento a la posible incorporación de España al Eje, Franco quiso ofrecer a Hitler un regalo que tocara la vena artística del dictador alemán. Se sabe que este quiso ser un gran artista y que le gustaba dibujar y pintar con acuarelas. Aunque Hitler consideraba que su futuro estaba en la pintura o la arquitectura fue rechazado en dos ocasiones en la Academia de Artes de la capital austriaca. Nunca tuvo suficiente talento para llegar a serlo, aunque se pudo ganar la vida con ello cuando vivió en Viena.
De izquierda a derecha: Adolf Hitler, Antonio Marques de Magaz, Otto Meissner y Paul Schmidt observan los tres cuadros de Zuloaga regalados por Franco a Hitler. Bayerische Staatsbibliothek, Munich.
Poco antes de finalizar la Guerra Civil, el 4 de julio de 1939, Hitler recibió, a través del entonces embajador español en Berlín, Almirante Antonio Marques de Magaz, un lote con varias obras de Ignacio Zuloaga, un pintor relacionado con el régimen franquista que participó en las exposiciones de Venecia y Londres en apoyo al bando sublevado y retrató a Franco y al general Millán-Astray, y pintó el asedio del Alcázar de Toledo
Retrato de Franco, 1940, Ignacio Zuloaga. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Retrato de Millán Astray, Ignacio Zuloaga. Museo Especifico de la Legión. © Ignacio Zuloaga, VEGAP, Gipuzkoa 2006.
Las obras de Zuloaga representaban un granjero español en una escena pastoral y a dos mujeres españolas con trajes típicos. En el acto de entrega en la Nueva Cancillería del Reich, Hitler dedicó unas palabras parafraseando a Dante, que Paul Schmidt se encargó de traducir y la escolta de las SS rindió honores al embajador español.
En la entrega también se encontraba Otto Meissner que, como jefe de la Cancillería, se encargaría de gestionar el regalo diplomático del gobierno español, que además de las pinturas incluían dos fíbulas de oro visigodas, una especie de imperdibles que se usaban para sujetar las ropas antes de la edad media. Heinrich Himmler en su visita a España, para buscar el Santo Grial y preparar el encuentro de Hitler y Franco en Hendaya, también fue obsequiado con una fíbula.
Como muestra de agradecimiento Hitler le regaló a Franco, por su cumpleaños, un automóvil Mercedes Benz 540 G4 que aún se conserva en perfecto estado en la Sala Histórica de la Guardia Real en el Cuartel del Rey del Palacio del Pardo, en Madrid y que está considerado el único modelo totalmente original.
Mercedes Benz 540 G4. Diario Motor.
De este acto se hicieron eco el diario estadounidense New York Times, el Völkischer Beobachter, diario oficial del partido nazi y algunos medios de comunicación españoles afines al régimen de Franco.
A Franco le parecía poco regalo para su gran benefactor en la guerra, así que debía hacerle llegar algo más impresionante y para ello eligió una obra de Francisco de Goya, el genial artista aragonés, pintada más de un siglo antes: La marquesa de Santa Cruz, de 1805.
La marquesa de Santa Cruz (1805). Francisco de Goya. Museo del Prado.
La pintura de Goya muestra a la joven marquesa Joaquina Téllez-Girón y Pimentel de 20 años tocada con hojas de roble, con sus frutos, que simboliza la virtud, la constancia y la fortaleza; y sujetando una guitarra con aspecto de lira, como símbolo de la música, de la que Hitler era un apasionado. En el instrumento se puede ver un lauburu: icono vasco que guarda muchas similitudes con la esvástica usada por los nazis. Según algunos testimonios, Franco cambió de opinión y el cuadro no llegó a manos de Hitler. Tras diversas vicisitudes, el cuadro se puede disfrutar actualmente en el Museo del Prado.
Además de los regalos que recibió el Führer, Franco quería regalar a Mussolini una estatua de César Augusto que se encontraba en el Museo Arqueológico de Mérida, pero el marqués de Lozoya lo impidió aconsejando que se hiciera una copia en bronce de los cañones tomados al ejército republicano tras la batalla del Ebro.
Bibliografía:
Arte, revancha y propaganda, de Arturo Colorado Castellary (ED. Cátedra)
Ignacio Zuloaga y su utilización por el Franquismo, de Javier Novo González
(http://hedatuz.euskomedia.org/3864/1/25233243.pdf)
Webgrafía:
https://www.diariomotor.com/2016/03/15/mercedes-g4-6×6-historia-franco/
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/z/zuloaga.htm
El autor:
Juanjo Ortiz es Historiador y un apasionado de la Segunda Guerra Mundial. Es el creador del blog «El Cajón de Grisom» y miembro de la asociación Divulgadores de la Historia.
http://www.elcajondegrisom.com/
https://www.facebook.com/ElCajonDeGrisom/
https://twitter.com/JuanjoOrtizCruz
https://www.instagram.com/elcajondegrisom/
Es un placer poder colaborar en este estupendo blog. Una abrazo.